sábado, 19 de diciembre de 2015

Like Crazy - Película (Reseña)


Diciembre 2015.

Sinopsis

Anna (Felicity Jones), una joven británica que estudia en la universidad de Los Ángeles, se enamora de Jacob (Anton Yelchin), un joven norteamericano, pero ambos se ven obligados a separarse porque a ella no le renuevan el visado para permanecer en los EE.UU. Regresa entonces a Londres, de modo que la pareja se ve obligada a mantener su relación a distancia. (FILMAFFINITY)




Reseña

Vi el trailer, me copa la actriz, pintaba una historia de amor con complicaciones. “Listo, película de mi estilo” pensé. No estaba del todo equivocada, pero tampoco totalmente acertada. Muchas de las últimas películas que ando mirando de este estilo me están decepcionando. No sé si es que siempre busco lo mismo rosa, o que estoy teniendo un continuo fallo en mi juicio al elegir películas, pero hay algo que no me está cuadrando.
No puedo decir que haya sido una mala película, porque en casi su mayoría me agradó (y no digo me encantó porque realmente no llega a tanto ni por casualidad). Mi mayor problema es el final, pero vayamos por partes (así como dijo Jack “el destripador”. Sí, chiste malo que se me pegó de mi papá). Empieza siendo la historia bonita de dos jóvenes que se enamoran en la universidad: miradas, sonrisas, flechazo, love. Al principio todo un poco más inocente y a media que avanzan los primeros minutos se ve un amor más intenso. Y ahí pum, primera equivocación. Hasta yo que nunca viajé (por desgracia, pero sé que es solo por ahora) sé que no podes violar un plazo de la Visa, y menos en US. Ese fue un error demasiado idiota, pero bueno, quise creer que las cosas no iban a seguir en picada desde ahí (y esa fue mi primera equivocación). Parecían tener un amor fuerte, pero siempre que estaban juntos se demostraban casi todo lo contrario. Después de varias idas y venidas ya no entendía nada. Porque para peor, había terceros en el medio que salían perjudicados.
Por supuesto que yo quería que terminases juntos, pero al fin de cuentas era más capricho que amor. Llegando al final (cuando ella finalmente vuelve a US) su cara no transmitía amor, y no es que me esté quejando de la actriz, porque eso habrá dicho el guión, y de eso mismo es lo que me estoy quejando. ¿Era necesario un final abierto? Creo que prefiero un final triste a uno abierto. Uno triste te hace chocar con la realidad, uno abierto te hace creer (muchas veces) que al escritor/guionista simplemente se le acabó la tinta, se le secó el cerebro, algo.
Y vuelvo a reflexionar conmigo misma. Viendo cómo iba la historia quizás no está del todo errado el final abierto, pero creo que mejor que ese plano de ella quedándose sola en la ducha prefería uno de ella sola en un aeropuerto. La ducha me hace pensar que quizás se queda en US e intenta hacer que todo funciones, o con toda su actitud, tranquilamente puede volver a UK y ambos continuar con la histeriqueada por el resto de sus días.
No sé, repito que no me encantó. Analizándola simplemente me hace pensar. Yo creo en eso que se llama amor –de pareja- (aunque no lo viví en primera persona aún). Pero insisto en que lo que muestran en este film parece más un capricho que amor. Y que no se confunda lo uno con lo otro, porque lo primero puede superar cualquier obstáculo cuando es verdadero, lo segundo probablemente te hará tener una vida miserable.
En fin, le doy 2 estrellas sobre 5, quizás 2.5, pero no más que eso. Para pensar, pero con un gran sabor amargo.


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